
06 Jun ¿Qué es la insuficiencia venosa crónica y cómo se puede tratar?
La insuficiencia venosa crónica (IVC) es una enfermedad frecuente que afecta el retorno de la sangre desde las piernas hacia el corazón. Cuando las válvulas de las venas no funcionan adecuadamente, la sangre se acumula en las piernas, causando síntomas molestos y, en casos avanzados, complicaciones graves.
En este artículo te explicamos qué es la insuficiencia venosa crónica, cómo identificarla, cuáles son sus tratamientos y qué medidas puedes tomar para prevenirla.
¿Qué causa la insuficiencia venosa crónica?
La causa principal de la IVC es el daño en las válvulas de las venas, que puede deberse a factores como:
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Trombosis venosa previa.
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Obesidad.
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Embarazo.
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Historia familiar de enfermedad venosa.
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Sedentarismo o largas horas de pie o sentado.
Con el tiempo, estas condiciones aumentan la presión en las venas y dificultan el flujo normal de la sangre hacia el corazón.
¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia venosa crónica?
Algunos de los síntomas más comunes son:
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Sensación de pesadez o cansancio en las piernas.
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Hinchazón (especialmente en tobillos y pantorrillas).
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Dolor que mejora al elevar las piernas.
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Cambios en la piel, como manchas marrones o úlceras.
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Várices visibles y prominentes.
Es importante acudir al médico si experimentas estos síntomas, ya que un diagnóstico temprano puede mejorar considerablemente el pronóstico.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de insuficiencia venosa crónica se basa en:
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Exploración física.
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Ultrasonido Doppler de las piernas, que permite visualizar el flujo sanguíneo y detectar problemas en las válvulas venosas.
En algunos casos, se pueden necesitar estudios complementarios para descartar trombosis venosa profunda o evaluar el grado de daño venoso.
Opciones de tratamiento
El tratamiento depende de la gravedad de la enfermedad y los síntomas del paciente. Las principales opciones incluyen:
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Medidas conservadoras:
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Uso de medias de compresión graduada.
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Elevación de las piernas durante el día.
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Ejercicio regular, especialmente caminar.
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Control del peso corporal.
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Tratamientos médicos:
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Escleroterapia: inyección de una solución para cerrar venas dañadas.
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Ablación por láser o radiofrecuencia: técnicas mínimamente invasivas para cerrar venas afectadas.
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Cirugía:
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En casos graves, se puede requerir cirugía para extirpar o reparar venas dañadas.
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¿Se puede prevenir la insuficiencia venosa crónica?
Aunque no siempre se puede prevenir, puedes reducir significativamente el riesgo siguiendo algunas recomendaciones:
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Evita estar mucho tiempo de pie o sentado: si debes hacerlo, mueve regularmente las piernas.
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Haz ejercicio regularmente, especialmente actividades que fortalezcan las piernas, como caminar, nadar o andar en bicicleta.
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Mantén un peso saludable.
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Usa ropa cómoda que no comprima las piernas ni la cintura.
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Consulta a tu médico ante los primeros signos de molestias venosas.
Conclusión
La insuficiencia venosa crónica es una enfermedad común que puede afectar seriamente la calidad de vida si no se detecta y trata a tiempo. Reconocer sus síntomas y actuar de manera preventiva son las mejores herramientas para evitar complicaciones.
Si tienes síntomas o factores de riesgo de enfermedad venosa, en Gómez Almaguer estamos para apoyarte con un diagnóstico y tratamiento oportuno. ¡Agenda tu consulta hoy mismo y cuida tu salud vascular!